Cementerio inglés de Málaga

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El cementerio inglés de Málaga desde 1831. En 1787, Carlos III a través de una Real Cédula, prohíbe los entierros en los espacios dentro todos los pueblos y ciudades de España, incluyendo el interior de las iglesias y los espacios parroquiales.

Es el cementerio más antiguo de la península para cristianos no católicos. La iglesia anglicana de San Jorge ha compartido el jardín del cementerio desde 1891. La muerte de un protestante en España suponía un problema muy serio puesto que no existía previsión para tal eventualidad, por lo que había que enterrarlos en lugares poco propicios, lo que provocaba importantes focos de insalubridad para la población. Así pues, se consiguió solventar los problemas de estos enterramientos, de la que ya era una colonia importante de extranjeros británicos, principalmente, por el núcleo industrial y comercial de la capital malagueña en el siglo XIX. Cementerio practicamente contemporaneo con el de San Miguel, inaugurado éste en 1810 y clausurado en 1987, reconvertido en columbario.

Cuando William Mark consul británico en 1824, que había sido testigo de la problemática de estos entierros, buscó un lugar, primariamente cocebido como jardin botánico, que sirviese de cementerio. Finalmente las autoridades malagueñas le cedieron un terreno en las afueras de la ciudad. Posteriormente fue confirmado mediante real orden de Fernando VII, el 11 de abril de 1838 y el cementerio inglés de Málaga se hizo realidad.

Entre las innumerables tumbas hay de diversos estilos. Generalmente son sepulturas en tierra, donde predominan las tumbas de suelo y los mausoleos de distintos tipos,con distintos estilos como el clásico, neogótico, modernistas o célticos, que con el fragor del jardin crea un espacio muy pintoresco.

El primer entierro fue el de Robert Boyd, joven británico, quien acompañó al General Liberal José María de Torrijos en su intento en restablecer el régimen constitucional y que precisamente fue ejecutado a manos de los adeptos al régimen del rey felón Fernando VII en Diciembre de 1831.

Durante 175 años el cementerio inglés de Málaga fue administrado por sucesivos cónsules británicos, al principio con una pequeña aportación de éste gobierno hasta 1904. En 2006 la propiedad del cementerio se traspasó a la Fundación Cementerio Inglés de Málaga, una entidad sin ánimo de lucro, fundada para mantener, preservar y administrar el cementerio como parte del legado histórico de Málaga.

Aunque ya no se permite el entierro de cadáveres, el cementerio inglés de Málaga, sigue funcionando como tal para el entierro de cenizas, tanto en tierra como en columbarios.

En la zona más alta, que a su vez es la más antigua. Rodeada por un muro levantado y coronado por una cruz y una lápida se encuentran las tumbas cubiertas de conchas marinas. Algunas de ellas de niños recien nacidos.

Desgraciadamente los ingresos por esta actividad son hoy en día escasos. A todos los efectos el cementerio depende de donaciones y legados privados para su mantenimiento y conservación. En él descansan numerosos personajes ilustres o de especial renombre en la ciudad de Málaga, como el medico Joseph Noble que murió repentinamente de cólera durante una visita a Málaga en 1861 y en cuya memoria se fundó el hospital Noble para marineros y pescadores de ésta ciudad. Tambien descansa Majorie Grice Hutchinson, autora y economista que apoyó éste cementerio, el hispanista Gerald Brenan y su esposa, la escritora y poetisa Gamel Woolsey. También se encuentran, en un mausoleo, los restos de 41 náufragos de la fragata alemana Gneisenau, junto con su capitán e ingeniero del barco, que naufragó al encallar en las costas malagueñas en 1900, el poeta vallisoletano Jorge Guillén, etc.

En las imagenes que ofrecemos del sagrado enclave pretendemos desde aquí dar una idea general del sitio, sin detalle, pero preservando la intimidad de los sitios por respeto a ellos y sus familias.

Leyendas e historias relacionadas con el camposanto. Sin duda, lo más llamativo del camposanto es una antigua leyenda británica que asegura que la última persona que es enterrada en un cementerio se convierte en su guardián. Éste debe velar por la seguridad de las almas allí congregadas hasta que un nuevo difunto sea inhumado y ocupe el puesto del anterior vigía. En el camposanto de Saint George se mantiene muy viva esta tradición, y son muchos los que creen en ella. Paradójicamente, el último fallecido de este cementerio es D. Antonio Alcalde, quien fue vigilante en vida del mágico enclave. Ahora la tradición señala que es el guardián espiritual de los muertos allí enterrados. Y parece que será así por mucho tiempo, ya que no se volverá a enterrar a nadie en la necrópolis británica. La figura errante del guardián del cementerio ha sido observada vagando por los sinuosos caminos del camposanto por los vecinos que habitan en las viviendas colindantes al cementerio, así como por múltiples visitantes que han paseado por sus jardines. Algunas personas, interesadas en conocer el lugar se han llevado desagradables sorpresas. Aseguran haber sido tocados por manos invisibles, haber oído pasos donde no había nadie y haber escuchado voces provenientes de la nada.

Cuentan; en una de estas excursiones por Saint George, un nutrido grupo de turistas paseaba por el cementerio tras el guía, que ataviado con un hábito de monje, narraba la historia y las leyendas del viejo camposanto. En mitad del evento, cuando la comitiva penetraba en la zona antigua y boscosa de la necrópolis, parte del grupo se giró para observar un repentino resplandor que apareció por sorpresa a lo lejos dentro del recinto. Lentamente, la luz se fue acercando y se pareció lo que podía ser la figura de un hombre, candil en mano, que caminaba con dificultad. Los turistas imaginando que formaba parte del espectáculo, lo tomaron con buen humor. Menos el guía. Había enmudecido al observar a la espectral forma. En un momento desapareció y no pudieron dar con él a pesar de que la puerta principal estaba cerrada.

En todo caso recomendamos pasear por el sitio como apartado para la reflexión, presentandose previamente en la casita de la entrada donde les informarán amablemente con todo detalle.

En fecha reciente de año 2011, la Consejería de Cultura, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, ha comenzado el procedimiento para inscribir al cementerio inglés de Málaga, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Monumento de Interés Cultural.

Para cualquier consulta relacionada, el contacto de la Fundación Cementerio Inglés de Málaga, está en la Avd. de Pries nº 1, 29016 de Málaga. En el correo info@cementerioinglesmalaga.org ó en la web http://www.cementerioinglesmalaga.org/