Historia Antigua de Málaga. Los orígenes son oscuros y hay que pensar en una larga evolución local, tal vez a partir de la cultura megalítica de la Edad del Bronce, cuando ya todo el Sur parece tener homogeneidad cultural, favoreciendo el progreso hacia la cultura urbana los aportes colonizadores de los fenicios, de los que se conocen diversos establecimientos por toda la costa andaluza. |
Reino de Tartesos. Siglo (-VIII) Antiguo reino del Sur de la Península Ibérica, latín: (Tartessus) fue el nombre por el que los griegos conocían a la primera civilización de Occidente. Heredera de la cultura megalítica del sur oeste ibérico, que se desarrolló supuestamente en el triángulo formado por las actuales provincias de Huelva, Sevilla, Málaga y Cádiz, en la costa suroeste de la península Ibérica aunque las costas, abiertas al mundo colonizador oriental, vivieron algo al margen. |
Influencia Fenicia. En el siglo -VIII A.C-, los fenicios fundaron Malaka, origen de la actual ciudad de Málaga, se encontraron con otros pobladores más antiguos, gente de sangre íbera, en un estado cultural inferior al suyo, con los que acabaron mezclándose. Los fenicios desarrollaron el comercio, introdujeron el aceite de oliva, las técnicas de salazones, fundición de metales, acuñación de monedas, etc. Construyeron un fondeadero, embrión del actual puerto de la ciudad, posiblemente la primera obra pública del municipio. |
Los testimonios fenicios que perduran en Málaga son entre otros: cerro del Villar (próximo a la desembocadura del río Guadalhorce, la muralla fenicia, (en el entorno de S. Agustín y en los bajos del edificio del Rectorado). |
Influencia Helénica. Al llegar al poder en el Reino de Tartesos, Argantonio de herodoto, monarca filohelénico famoso por su longevidad, que se estima reinó de –635 a –545, ofreció a los focenses (naturales de Grecia) establecerse en su territorio, tal vez para sustraerse a la cada vez mayor influencia de los fenicios, atraídos por la riqueza en minerales del reino. Los focenses no aceptaron, aunque es posible que fundaran en el litoral malagueño junto a la desembocadura del río Vélez(donde se han encontrado vestigios de una ciudad prerromana) la colonia Mainake, antes del año -600 y fue la más occidental de las colonias griegas, desde donde apoyaban su comercio, que desaparecería pronto. Los helenos debieron llegar hasta Malaka, como lo indica el nombre de Faros que lleva el monte - Gibralfaro-. |
A partir de entonces, la influencia de los cartagineses puso fin al Reino de Tartesos, que dejó el Mediterráneo Occidental al predominio cartaginés. Con motivo del crecimiento urbano de la ciudad de Málaga, por la zona de Poniente, se ha conformado recientemente una moderna barriada, cuyo nombre alegórico es Mainake. Ocupación del Reino de Tartesos por los cartagineses. - En el año -535 mediante la batalla de Alalia (Córcega), los cartagineses obtuvieron el dominio sobre el Mediterráneo occidental y con ello finalizaron los viajes de los focenses, y los cartagineses tuvieron franco el camino que conducía a los tesoros de Tartesos. Estos nuevos visitantes no venían sólo como comerciantes, sino que como conquistadores codiciosos destruyeron totalmente Tartesos y Mainake. Esto sucedió hacia el año -500, y Cartago se convirtió, tanto en la tierra como en el mar, en la heredera del poderío de Tartesos, dueña del Mediterráneo occidental y del océano, y el estrecho quedó cerrado desde el año -500 para todo navegante extranjero. |
Aparte de la destrucción y expolio practicado por los cartagineses, no existe en el litoral malagueño constancia fehaciente de restos arqueológicos correspondientes a este pueblo como tales. No obstante, al ser los cartagineses originarios de Fenicia, es posible que parte de los restos arqueológicos catalogados de púnicos, correspondan a los invasores provenientes de Cartago. Dominación romana. En el año –206 los romanos ocupan el antiguo Reino de Tartesos y expulsan a los Cartagineses. El desarrollo de la vida urbana, con sus elementos característicos de la cultura, la administración o el derecho, por un lado, y las obras públicas, lugares de esparcimiento y recreo comunitario, por otro, llevaron a la sociedad indígena a una transformación social política, económica y cultural que se conoce por romanización. |
Las ciudades de la costa sur-oriental, de origen y fundación púnica, como Malaka, habían permanecido al margen de la lucha que los pueblos ibéricos venían manteniendo frente a los colonizadores romanos. Esta actitud le valió una consideración jurídica como ciudad federada con Roma. Este privilegio no se concedía más que en premio a destacados servicios y en virtud la ciudad federada constituía una pequeña república, disfrutaba de autonomía, de leyes y magistrados propios, era cabecera de una división territorial y es posible que gozara de exención tributaria. Una de las obligaciones más relevantes de la ciudad para con la República romana la constituía la contribución con hombres a las legiones en caso de exigirlo aquélla. En el año 81 Roma promulga la Lex Flavia Malacitana otorgando a Malaka el ordenamiento jurídico propio de una ciudad romana. En el aspecto urbanístico la ciudad romana fue, en gran parte, una continuación de la ciudad púnica. El puerto, que alcanzó gran importancia comercial, estaría situado entre la Aduana y la Coracha y sobre él estarían las instalaciones industriales para la salazón de pescado. La zona más importante de la ciudad se asentaría sobre la colina donde más tarde se construyó la Alcazaba árabe. En esta zona había un templo, un arco de triunfo y un teatro, cuyos restos fueron descubiertos en el año 1951. Estrabón, que escribió su Geografía en el siglo primero de nuestra era , dice de Malaka que era una ciudad cercana a una región selvosa. Parece cierto que el arco montañoso que rodea la ciudad era todo él un bosque de alcornocales y encinas. El matorral protegía la erosión y el río de la ciudad presentaba un cauce bien definido por el que circulaba agua permanentemente, de la que se abastecía la población. Yacimientos romanos catalogados: Gibralfaro (necrópolis romana), Beatas (necrópolis romana), Teatro romano, Puerta oscura (villa romana), piletas en lo que fue la costa romana (de la Alcazaba al Perchel), muralla romana en Molina Lario, plaza del Obispo y cortina del muelle, Trinidad (cementerio romano), márgenes del Guadalmedina (diversos enterramientos), canalización romana de Teatinos, Arraijanal (villa romana), Almendral (necrópolis), restos de un puente en el río Campanillas, estación de Campanillas (enterramientos tardoromanos), cortijo Trujillo, Campanillas (fortaleza romana), enclaves alfareros romanos (Carranque, paseo de los Tilos, Guadaljaire, Jarazmín), la Tosca (Churriana), la Cizaña (factoría romana), Necrópolis romana en el sector del aeropuerto, Carambuco (villa romana), finca el Retiro, casco urbano de Churriana, antigua carretera de Cártama, Jarazmin (vía romana). Fin de la dominación romana, bárbaros y visigodos. Tras el debilitamiento del Imperio romano, en el año 402, suevos, vándalos y alanos invaden la Península Ibérica. En el año 476 el Imperio Romano ha caído. En este contexto, Málaga y su provincia, que aunque habían perdido en gran parte la riqueza y el esplendor que alcanzaron con los romanos mantenían una cierta prosperidad, sufrieron la destrucción de muchos de sus más importantes municipios, como Nescania, Singilia y Acinipo, que no se reconstruyeron ni poblaron después, siendo probable que incluso el viejo puente romano también fuese arrasado. |
Alejandro Magno conquistó Fenicia junto con el resto de Asia Menor; Tiro finalmente cayó tras un largo asedio en el 332 a.C. El auge marítimo de la recién fundada Alejandría obstaculizó el comercio fenicio y tras la muerte de Alejandro la dinastía Tolemaica de Egipto conquistó las ciudades fenicias, que en el siglo II a.C. pasaron a manos de los selyúcidas. La identidad fenicia fue arrollada por influencias helenísticas. Mientras el Imperio selyúcidas se desintegraba, el poder creciente de Roma pasó a ser el más importante en la región. Los visigodos, los más romanizados de los pueblos invasores, pusieron término a esta fase y se erigieron en los auténticos dueños de la Península a partir del año 507, cuando los bárbaros son expulsados de la Galia por los francos, tras la derrota de vouillé. |
Es prácticamente nulo el balance de los invasores en el campo de las obras públicas, lo que resulta lógico si se tiene en cuenta que estamos ante una economía ruralizada, caracterizada, por un excedente de producción escaso, con limitada especialización, por un comercio basado en el trueque y no en la moneda, por una administración poco organizada e incapaz de recaudar impuestos suficientes y de modo regular. En estas condiciones las obras públicas no se pueden dar. Si a eso añadimos la escasa tradición ingenieril de un pueblo nómada, se explica que en todos los países e Hispania no había de ser una excepción, los bárbaros que en ellos se asentaron se limitaran a hacer uso de lo realizado por los romanos y a lo sumo a dictar algunas disposiciones que regulasen ese uso, pero no a incrementar el patrimonio recibido. El Fuero Juzgo, primitivo código visigótico, contiene algunas disposiciones sobre policía de caminos, dirigidas a la seguridad de los usuarios y otras a la protección de los derechos de los regantes. |