Siglo XIX Málaga

Málagueta 1890

 

Fernando VII de Borbón, fue rey de España. Hijo y sucesor de Carlos IV y de María Luisa de Parma, a los que destronó con ocasión del Motín de Aranjuez, pocos monarcas disfrutaron de tanta confianza y popularidad iniciales por parte del pueblo español.

Con la derrota de los ejércitos napoleónicos y la expulsión de José Bonaparte, Napoleón le devolvió el trono de España (Tratado de Valençay). Sin embargo, él prontó se reveló como un soberano absolutista, y uno de los que menos satisfizo los deseos de sus súbditos, que lo consideraban sin escrúpulos, vengativo y traicionero.

Rodeado de una camarilla de aduladores, su política se orientó en buena medida a su propia supervivencia.

Fernando VII

 

Asesinato de Torrijos, 11 de diciembre de 1831

Entre 1814 y 1820 restauró el absolutismo, derogando la Constitución de Cádiz y persiguiendo a los liberales, entre ellos Torrijos y Uriarte y Mariana Pineda.

José María Torrijos, el general liberal que protagonizó el último intento por derrocar al régimen absolutista de Fernando VII en 1831, estableció en Málaga su campo de operaciones. Así, desde su desembarco en la playa de El Charcón, en La Cala de Mijas, hasta el mismo momento de su ejecución en la playa de San Andrés, intentó liberar a la ciudad e impregnarla de sus ideas, acompañado de 48 liberales.

Aquella intentona golpista ha quedado en el recuerdo de la ciudad y más tarde enterrados bajo el obelisco en su honor en la Plaza de la Merced.

José María de Torrijos y Uriarte

 

Manuel Agustin Heredia

Málaga fue una ciudad pionera en la península con el inicio de la Revolución Industrial, llegando a ser la primera ciudad industrial de España, y a mantener después el segundo puesto tras Barcelona durante años, conocida como la ciudad de las chimeneas. Será ésta la época de las grandes familias burguesas malagueñas, algunas de ellas con influencia en la política nacional. Sobresalen la familia Larios, el político Cánovas del Castillo, el industrial Manuel Agustín Heredia, los Loring, el Marqués de Salamanca, etc. Málaga, a nivel urbanistico el paisaje urbano empieza a configurarse influenciado por la actividad industrial, mientras que en el otro extremo de la ciudad empiezan a aparecer villas y hoteles. A partir de 1834 la industria siderurgica de Manuel Agustín Heredia, la Constancia, entra en una fase de gran actividad, y este sector en Málaga las llevaría a situarse a la cabeza de la producción nacional de hierro

Manuel Domingo Larios

Importante el sector textil de la familia Larios. Otros nombres destacan en Málaga: Loring, Hueling, Crooke, Sáenz, Gross. Con una economía en expansión todos los sectores necesitaban de un apoyo firme que no fuera el de los prestamistas y en 1854 se consiguió crear el Banco de Málaga. De 1860 a 1865 las comunicaciones sufren una gran revolución, se construyeron las líneas férreas de Málaga a; Álora, Cártama y Córdoba, que enlaza la ciudad con el resto de España, y a finales de siglo cuando se pone en marcha el tranvía.

Eduardo Hueling Reissig

Eduardo Huelin Reissig (Málaga, 1822-1891)

 

Culturalmente cabe destacar, las tres exposiciones provinciales donde se mostraron productos agrícolas e industriales. La más importante fue la de 1862, que visitó la Reina Isabel II de España. En 1868, el pronunciamiento militar, que puso fin al reinado de Isabel II de España y al régimen moderado y abrió una breve etapa de gobiernos democráticos que se extiendió hasta 1874. La vida política malagueña durante el sexenio democrático (1868-1874) se caracterizó por un tono radical y extremista (*). La Cámara de Comercio de Málaga fue creada en 1886, pero cuenta con los antecedentes de los consulados marítimos y terrestres. En los 1860 se crean barrios obreros como El Bulto o Huelin para albergar a los trabajadores cerca de las fábricas. En 1880 se inaugura el Real Conservatorio de Música María Cristina, la primera institución musical malagueña. La decadencia de la ciudad se inició a partir de 1880 la crisis hace cerrar las fundiciones malagueñas y acompañada por la plaga de filoxera que hundió al viñedo malagueño. La crisis se ahondaría aún más en las primeras décadas del siglo XX. El abandono de estas fincas trajo consigo una fuerte deforestación de las laderas en las que se cultivaban las viñas en terrazas, lo cual al cabo de un tiempo causó un incremento de las avenidas de agua en caso de grandes lluvias en los cauces de los arroyos y ríos cortos de prácticamente toda la zona costera. Este problema provocó muchos desastres y muertos hasta bien entrado el siglo XX.

La Reina Isabel II de España

Es importante remarcar el inestable periódo político en España durante éste siglo y su influencia en las circuntancias acaecidas en Málaga.

Asesinato de Amadeo Prim 30 de diciembre de 1870

Juan Prim y Prats fue un militar y político liberal español del siglo XIX que llegó a ser Presidente del Consejo de Ministros de España. En su vida militar participó en la Primera Guerra Carlista y en la Guerra de África, donde mostró relevantes dotes de mando, valor y temeridad. Tras la Revolución de 1868 se convirtió en uno de los hombres más influyentes en la España del momento, patrocinando la entronización de la Casa de Saboya en la persona de Amadeo I. Murió asesinado poco después. El 30 de dicimbre de 1870.

 

(*) El Cantón de Málaga fue proclamado el 22 de julio de 1873, tras el levantamiento de las milicias del dirigente local Eduardo Carvajal. Éstas tomaron las calles la noche del 21 de julio y obligaron a la excarcelación de sus compañeros detenidos con anterioridad. Al día siguiente un telegrama del gobernador civil, Francisco Sorlier, anuncia la proclamación del Cantón Federal Malagueño Independiente. Durante los días siguientes se sucedieron enfrentamientos entre facciones hasta que las tropas del General Pavía entraron en la ciudad, poniendo fin al cantón malagueño el 19 de septiembre de 1873. El Cantón de Málaga fue el segundo de más larga duración tras el Cantón de Cartagena. La Primera República Española fue el régimen político que hubo en España desde su proclamación por las Cortes, el 11 de febrero de 1873, hasta el 29 de diciembre de 1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez-Campos dio comienzo a la Restauración borbónica en España en la persona de don Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II. El gobierno de Sagasta no se opuso a este pronunciamiento, permitiendo la restauración de la monarquía. El triunfo de la restauración borbónica se logró gracias al trabajo previo de Don Antonio Cánovas del Castillo, que sin embargo era contrario al pronunciamiento militar.

 

Asesinato de Cánovas del Castillo, ocho de agosto de 1897

El asesinato de Cánovas del Castillo tuvo lugar el 8 agosto de 1897 en el balneario de santa Águeda (Guipúzcoa) donde el presidente del gobierno español Antonio Cánovas del Castillo pasaba unos días de descanso y fue obra del anarquista italiano Michele Angiolillo, quien fue inmediatamente detenido, juzgado y ejecutado.

 

Ésta grave crisis y sus secuelas (pérdida de empleo, hundimiento de empresas y descenso general de las actividades económicas), llevó a muchos malagueños a buscar otras fuentes de riqueza que sustituyeran las desaparecidas, promoviéndose el turismo, fundándose la Sociedad Propagandística del Clima y Embellecimiento de Málaga, en 1897, antecedente lejano de la revolución turística de los años 50. Predominan,los edificios religiosos, y entre ellos algunos conventos como los de la Victoria, Capuchinos, la Trinidad y el Carmen se situaron a cierta distancia de las murallas, quedando los de la Merced, San Francisco y Santo Domingo más próximo a aquellas. Esta distribución espacial de los cenobios condicionó el desarrollo de la ciudad. Vista de las fábricas de tejidos y de la siderurgia la Constancia en la zona de la playa del Bulto y San Andrés. -->

Siderurgia La Constancia

 

Los monasterios no eran solamente centros religiosos, sino que además eran lugares donde se concentraba la cultura e incluso, en algunos casos, cierto poder político. Por ello los conventos malagueños actuaron como polos de atracción del desarrollo urbanístico, configurándose, a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, un crecimiento en estrella hacia los cuatro conventos periféricos, que se completaría alrededor de los tres más próximos a la muralla. Se formaron de esta manera los barrios de la Victoria, Capuchinos y la Trinidad, y sobre el Perchel se hicieron obras de mejora y ampliación, quedando diseñada la que iba a ser la ciudad del otro lado del río. Las nuevas corrientes del urbanismo monumental europeo entraron en Madrid de la mano de Carlos III con la ordenación del Paseo del Prado, adornado con fuentes monumentales y rodeado de edificios notables. Estas obras comenzaron en 1768 e indujeron a la creación de toda una serie de alamedas en España, tales como la de Málaga, el Salón de Granada, Apocada en Cádiz, la de Hércules en Sevilla, etc.

La Alameda malagueña se inauguró en el año 1785, aprovechándose para ello los terrenos resultantes de la retirada de las aguas del mar. En los últimos años del siglo XVIII se inicia en Málaga una serie de mejoras urbanísticas que no se verían realizadas hasta los primeros años del XIX y que fueron hitos fundamentales, junto con la Alameda, para la delineación de la ciudad del ochocientos: se inician las obras de la nueva Aduana y la plaza de la Merced; se forman las calles Álamos y Carretería, siguiendo el antiguo foso de la muralla; en la calle Guardas, después, Compañía, se levantaron el Parador de San Rafael y la Casa del Consulado; se terminó la torre de la Catedral y se suspendieron, hasta hoy, los trabajos en la otra; se construyó la plaza del Obispo y el Palacio Episcopal, etc.

Distintas vistas del Puente de la Aurora y Mercadillo en el pasillo de Santa Isabel
Distintas vistas del Puente de la Aurora y Mercadillo en el pasillo de Santa Isabel

 

La desamortización de Mendizábal en 1836 dio un nuevo empujón a la modernización de la ciudad. La proliferación de conventos y otras propiedades eclesiásticas había sido tal desde la conquista que, al finalizar el siglo XVIII, la curta parte de las propiedades urbanas, limitadas por las antiguas murallas, pertenecía a órdenes religiosas o fundaciones afines. Con la desamortización se derribaron muchos de estos inmuebles y en su lugar se levantaron nuevos edificios o se abrieron calles o plazas. Por este procedimiento vemos como el convento de San Pedro de Alcántara se convierte en plaza del Teatro y el convento de San Francisco da lugar a la plaza de su mismo nombre, uno de los parajes más refinados de la ciudad del siglo XIX, al instalarse allí el Liceo y la Sociedad Filarmónica. No quedan aquí las transformaciones urbanísticas habidas en esta época. La calle del Marqués de Larios se abrió en el período 1880-1891, bajo la dirección del arquitecto Eduardo Strachan. Vino a complementar a la calle Nueva, trazada tras la conquista, pero ya insuficiente.

Es un particular, Manuel Domingo Larios, quien acomete la empresa, para lo cual compra las casas necesarias y realiza por su cuenta tanto la infraestructura como los edificios. La zona del camino de Vélez, a Levante de la ciudad, constituía una barrera al crecimiento urbano, al llegar el monte muy cerca del mar. Se abrió un paseo y se crearon barrios residenciales de gran belleza y calidad: La Caleta, el Limonar y Miramar, con sus hermosas villas, sus jardines y sus paseos, llegan a ser conocidos y quedan asociados a Málaga como algo muy representativo de su urbanismo. El tercer hecho a destacar es la construcción del Parque, urbanizando los terrenos ganados al mar. Este proyecto se concibió como prolongación de la Alameda hacia Levante, unión que no se materializaría hasta mediados de nuestro siglo, por impedirlo unas casas que existían en la Acera de la Marina.

Plaza de la Merced a día de hoy

 

Se produjo, pues, una transformación completa de la ciudad medieval en la Málaga moderna, que se ha mantenido prácticamente hasta la mediación del siglo actual.

Es en el último tercio del siglo XVIII cuando en realidad habría que situar el inicio de esta transformación, que responde a unos condicionantes económicos conocidos; una agricultura fuerte, basada en el cultivo de la vid, que proporcionaba vinos y pasas para la exportación, beneficiada con la apertura del comercio libre con América en 1778.

Vinculada a la comercialización de estos productos aparece una burguesía, en la que abundan los extranjeros, con mentalidad y métodos capitalistas, que se organiza en torno al Consulado Marítimo y Terrestre, creado en 1785 como consecuencia del auge mercantil, al cual se debe la iniciativa de muchas actividades.

Éste importante comercio se canalizó a través de una serie de empresas, muchas de ellas extranjeras, que trabajaban en estrecha colaboración con los agricultores, pero que eran ellas las que recogían los mayores beneficios. Esto permitió una acumulación de capital importante, que hizo posible la industrialización que tendría lugar en el segundo tercio del siglo XIX.

 

El desarrollo industrial alcanzado en la primera mitad del siglo había sido importante. Hacia 1850 Málaga era la segunda provincia industrial de España, después de Barcelona. Los sectores siderúrgico y textil habían generado a su alrededor gran número de pequeñas industrias auxiliares: fábricas de jabón, de curtidos, de pintura, de cerveza, de salazones, serrerías de madera, alfarerías, tejares, etc. Este desarrollo industrial favoreció la instalación de la red ferroviaria entre Córdoba y Málaga, quedando esta conectada con la Red Nacional el 15 de Agosto de 1865. 06 de Julio de 1852. Málaga estrena alumbrado público, alimentado por gas lebón hasta 1897, quedando en esta fecha electrificada la ciudad. 19 de Noviembre de 1881. Implantación del tranvía como medio colectivo de transporte público de pasajeros, con tracción animal, hasta 17 de enero de 1901 en el que la energía eléctrica sustituye a los equinos. La electrificación de la ciudad se inicio cuatro años antes. 25 de Diciembre 1884. Málaga tembló, se produjo un fuerte terremoto. 22 de Julio de 1898. Primeras manifestaciones cinematográficas en la ciudad. Éste era el panorama de una de las provincias más desarrolladas de España a mediados del XIX.

Catedral y Cortina del Muelle en el cambio de siglo

 

Bibliografía: “Málaga Provincia francesa”, edición conjunta de la UMA y la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.