El Hombre de Cromagnon u Homo Sapiens

Se conoce como Hombre de Cromagnon u Homo Sapiens; al primer representante del homo sapiens evolucionado que aparece y se extiende a lo largo del Paleolítico superior. En las excavaciones efectuadas en la cueva de Nerja (Málaga) en 1963, los rasgos de los individuos adultos exhumados en estratos solutrenses de hace unos 20.000 años presentan indudables coincidencias con el tipo de Cro-Magnon. Sustituye por completo al h. de Neanderthal y es el precedente de las actuales razas humanas. El Homo sapiens emergió en África hace unos 180.000 años. En la actualidad se debate una hipótesis que defiende la expansión de nuestra especie hacia el mediterráneo desde África centro-oriental, pasando por el corredor que abre el Río Nilo, de Sur a Norte. Ahora, los estudios realizados por un equipo del Bristol, Isotopic Group, publicados estos días, (Enero-2009) en la revista PNAS ('Proceedings of the National Academy of Sciences'), aportan pruebas acerca de la posibilidad de la existencia de un río en Libia en el Pleistoceno, que abriría un corredor verde de Norte a Sur, hace entre 130.000 a 117.000 años; posteriormente, este corredor desapareció y así fue como la gran barrera del Sáhara separó el Norte de África, durante el resto del Pleistoceno. La difusión hacia el Mediterráneo, según esta hipótesis, lo que hace es avalar la posible existencia de una doble o triple ruta de expansión del Homo sapiens desde el centro de África hacia el Norte en su dispersión hacia Euroasia.

Caracteristicas. Homo Sapiens. Menos de 150.000 años. Se cree que los humanos modernos migraron de África y superaron a sus pares europeos más primitivos. Los Neanderthal no se aparearon con ellos. Aunque existen distintas opiniones después de secuenciar restos de genoma de neanderthal. Capacidad craneal menos de 1.500 cm3. Se produce un importante desarrollo del lobulo frontal, ésta complejidad neuronal le otorga una capacidad racional superior al resto de los animales. La especie homo sapiens se originó al sur-oeste de África. Se expandió relativamente despacio, llegando a Australia hace solo 40.000 años. En Europa la especie parece haber entrado más lentamente hacia menos de 40.000 a 35.000 años por España y por el Éste.

 

En este sentido, al corredor del Nilo y el que constituían las plataformas litorales se añadiría la nueva ruta que circularía por medio del continente. Son nuevas hipótesis a la luz de nuevos datos procedentes de la investigación de campo que han de permitir avanzar en el conocimiento la evolución y de la extensión del Homo sapiens por el planeta. Nuestros antepasados de especie primero emergieron de África para extenderse por Asia hace unos 100.000 años y a Australasia hace unos 60.000; más tarde, hace unos 45.000 años, alcanzaron Europa y, finalmente, hace unos 35.000 años, el continente americano. El planeta Tierra ahora sólo está ocupado por una especie del género Homo, nosotros, Homo sapiens. Ante la tendencia generalizada de considerar al hombre de Neanderthal como a homo sapiens primigenius o sapiens nearderthalensis, se califica al C. como homo sapiens sapiens, intentando mostrar con este doble adjetivo su grado de evolución alejado del Neanderthal y afín a los tipos humanos más modernos. Los primeros esqueletos de un hombre distinto a los conocidos aparecieron en la Dordoña francesa en el lugar de C., nombre que se da a la nueva raza. Alejándonos de las clasificaciones antropológicas y de las variantes dentro del tipo de C., consideramos a esta nueva raza como la última rama del tronco filogenético humano y al h. de C. como el representante capaz de dar un impulso decisivo en el progreso humano con sus avanzadas y renovadas técnicas industriales (consolidación de las industrias leptolíticas, especialización de tipos, desarrollo del utillaje en hueso, asta y marfil) que mejorarán su economía y la vida paleolítica. El hombre deja de moverse por instintos y se guía por raciocinios, con una vida espiritual, mágico-religiosa, que le conducirá a la expresión artística.

 

Los mamuts lanudos habitaron la Península ibérica

El área de la turbera de El Padul, en la provincia de Granada, tenía hace entre 30.000 y 40.000 años una temperatura media anual de 10ºC, similar a la que tienen el sur de la península escandinava y Dinamarca en la actualidad. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), publicado en la revista Quaternary Science Rewiews. Los resultados de la investigación derivan del análisis de los restos de tres mamuts lanudos hallados en la turbera en 1983, los más meridionales registrados en Europa. Los especímenes estudiados datan de unos episodios muy fríos y secos que afectaron a toda Europa, llegando incluso al sur de la Península Ibérica, hace entre 30.000 y 40.000 años.

A partir del análisis de isótopos estables realizados en restos de dientes y huesos hemos visto que estos mamuts vivieron en una área esteparia bastante árida, que podría estar situada a decenas o cientos de kilómetros al oeste de El Padul, y que puntualmente, cuando las condiciones climáticas eran especialmente extremas, migraban a la zona de la turbera”. La turbera de El Padul es el punto más meridional de Europa donde se han hallado restos de mamuts lanudos. Estos animales llegaron al continente procedentes de Siberia hace unos 200.000 años y desaparecieron hace unos 4.000 años. Los restos empleados en esta investigación se encuentran expuestos en el Museo Arqueológico de Granada, en el Parque de las Ciencias de Granada y en el museo del Departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada.

Recreación de mamuts lanados en su habitat.

 

El abrigo rocoso de C. está situado en la villa de Les Eyzies de Tayac. Fue descubierto en 1868 al efectuar los trabajos del ferrocarril. Las excavaciones fueron dirigidas por Lartet. Aparecieron cinco esqueletos, seguramente enterrados intencionadamente. Estos restos antropologicos, un viejo, dos adultos, una mujer y un feto, fueron estudiados por Broca y más tarde por Quatrefages y Hamy. El más completo de los fósiles era el del viejo, de unos 50 años y en torno a él y a los otros restos se estableció el punto de partida para la definición de esta raza hasta entonces desconocida. Nuevos hallazgos en el Viejo Mundo vinieron a corroborar que este tipo humano aparecía siempre, desde los niveles más antiguos del Paleolítico superior, desde el auriñaciense al magdaleniense, e incluso que los rasgos cromagnoides traspasaban estas fronteras. Su determinación crono lógica e industrial quedaba definida con una antigüedad que se remonta a 40.000 años. Criterios que definen al CroMagnon. Las características definidoras se han establecido partiendo del esqueleto completo de C., atendiendo a la morfología del cráneo y a un número considerable de caracteres. Los trazos comunes y específicos de los cromagnoides son: gran robustez de cuerpo, cráneo y cara, fuerte desarrollo de los segundos segmentos de los miembros de las extremidades, desarrollo longitudinal del cráneo y lateral de la cara superior o media, forma rectangular de las órbitas, aplanamiento de la base del cráneo y prognatismo alveolar. Así, pues, frente al Neanderthal y a las razas actuales, el h. de. C. se presenta con una elevada estatura (entre 1,79 y 1,94 m.), con un esqueleto robusto, de cabeza grande, frente ancha y arcos superciliares poco acusados. Cráneo de contorno pentagonal, mandíbula ligera, dientes pequeños, barbilla prominente, nariz estrecha, larga y fina, dolicocéfalo, con capacidad craneana de unos 1.595 cc. Génesis del Cro-Magnon. El h. de C. está dentro de la línea evolutiva de la humanidad y dentro de la variabilidad de los hombres anteriores ya se encuentran los caracteres que aparecerán en el C. El oriente palestiniano es considerado como su cuna. Desde los hallazgos neanderthales se da en las cuevas de Monte Carmelo un polimorfismo con rasgos que hallaremos plenamente definidos en el homo sapiens sapiens. Es lógico suponer que existió un largo cruzamiento y que la antigua raza se sustituye lentamente, no de una manera brusca. En Europa, desde el Paleolítico inferior se encuentran tipos intermedios entre neanderthales y cromagnones: los presapiens, como p. ej., los fragmentos craneales de Swanscombe (Kent, Inglaterra) asociados al achelense medio o el cráneo francés de Fontechevade con industria tayaciense.

 

Difusión geográfica. La raza de C. se extiende por todo el Antiguo Mundo y son numerosos sus hallazgos, a partir del comienzo del Paleolítico superior. Domina Europa, el occidente de Asia y el Mediterráneo. En España los cráneos de Urtiaga (Vizcaya), del Castillo (Santander), bóveda craneana de Camargo (Santander), Barranc Blanc (Valencia) Parpalló (Valencia) y el sensacional hallazgo de un esqueleto completo en la cueva de Morín (Santander) en las excavaciones dirigidas a por González Echegaray. Todos estos restos europeos están asociados a yacimientos paleolíticos y, salvo fluctuaciones, yacimientos paleolíticos y salvo fluctaciones todos pertenecen a la misma raza. En Asia, ya hemos señalado los hallazgos en Monte Carmelo; en el Norte de África, el hombre de Afalu bu Rhumel y de Mesta lacarabi, variedad racial cromagnoide más moderna, que llegó a Canarias en el Neolítico; en África Oriental el cráneo de la cueva de Gamble (Kenia); en el Sur el cráneo de Bos kop en Tombuctú, quizá pospaleolítico, un cráneo semejante al tipo de Grimalldi. El Homo Sapiens. debió de extenderse rápidamente, llegando incluso a Australia y América, con una secuencia industrial paralela a nuestro Paleolítico superior. Esta dispersión creó los prototipos precedentes de las razas actuales en sus diferentes subespecies. La perduración se testifica todavía en regiones como Dordoña, Canarias e incluso entre algunos tipos vascos.

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