Calle Cinco Bolas de Málaga

En pleno barrio árabe del centro histórico de Málaga, entre calle Nueva y calle San Juan, por donde discurre la calle Cinco Bolas, casi en la misma Iglesia de San Juan.

Podemos situarnos inmediatamente después de la reconquista por parte de los Reyes Católicos de Málaga 1492 y 1510, (aunque Isabel muriera en 1504).

La etimología no es exácta pero unos pocos años después, empezó a llamarse así, de manera simbólica por la cruenta batalla que entre otras armas ya usó artillería pesada, entre ellas la caña de bombarda de 155 mm de calibre. En éste contexto se sucedieron algunos hechos que no dejan de ser anecdotas de la historia.

 

Los Reyes, principalmente la Reina Isabel; contemplaban como politicos que se debía permitir y regular la prostitución en su reinado, un negocio que movía mucho dinero en aquella época, más en zonas portuarias y de transito, como en el caso que nos corresponde ahora.

Por poner un ejemplo que se tiene constancia de un casa de amancebías de Salamanca, éste negocio suponía unos ingresos anuales de 100.000 maravedís para García de Albarrátegui, (que heredó el negocio del infante Don Juan), una renta anual de 15.000 maravedís para el concejo de la ciudad y 7.000 para el padre de la mancebía conocido popularmente con el nombre de padre putas que era el encargado de recibir un gran porcentaje de lo que cobraban las mancebas a los clientes.

Esta actividad se concedía como privilegio que incluso se heredaba por permiso Real a establecer mancebías. En todo caso estos sitios se localizan por toda España. Así pues el representante Real que ejercía los derechos de cobro de impuestos a tales burdeles los ejecutaba un personaje que en ésta época vivia en el mismo corredor de las Cinco Bolas, sito como vemos en la cuarta y quinta foto, conocido en aquellos tiempos como anteriormente mencionamos padre de putas o padre de amancebía. Estos negocios suponian unos ingresos anuales expectaculares para las arcas de la Corona.

¿Por qué legalizaron los Reyes Católicos la prostitución de esta manera? El proceso había empezado con Alfonso XI quien autorizó el burdel de Sevilla. Las razones se constatan con frecuencia en la documentación y hay tres principales: el miedo a la extensión del crimen nefando y bestialidad que era muy común en el campo,(sodomía), donde vivía el 80 por ciento de la población; como se establece en la ley Pragmática de los Reyes Católicos, segundo; el miedo al otro pecado nefando o crimen contra natura, la homosexualidad, a la que se atribuía la debilidad del reino de Nápoles; y tercero, un deseo de despejar las calles de las cantoneras, (burdeles), sin control, muy abundantes en Sevilla en aquella época.

El decreto de expulsión de los judíos emitido por los Reyes Católicos en 1492, también provocó movimientos dentro de éste mundo, implicó cambios de casas y de localización de los burdeles dentro de las ciudades. Y pudo motivar las llamadas barcas de mancebas, como las que se van a La Gomera, aunque eso ya es otro cantar.

 

Jesúsf.

 

 

Calle Cinco Bolas