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Cualquier nucleo urbano necesita disponer de un sistema de abastecimiento de agua para sus usos y necesidades, en este caso del río Guadalmedina. Tal vez fuera el mismo cauce el porqué del asentamiento de la población desde épocas remotas. Málaga mediante una obra pública principal conseguiría traer agua a una serie de puntos distribuidos por la ciudad.
Málaga en el siglo XVIII ofrecía un próspero comercio de productos propios y transportes a través del puerto, además de beneficios espirituales con su Catedral. Así pues en estos años de auge de la economía y desarrollo de la población hacian indispensable un aprovisionamiento de agua que cubriera sus necesidades. |
El encargado del proyecto y dirección de la construcción fue el arquitecto José Martín de Aldehuela, diseñó una estructura en un sólo piso con dos conducciones superpuestas; la de abajo, entubada para el abastecimiento de fuentes y la superior, una tajea con techo de bóveda, para el regadío y para el movimiento de molinos a través de la fuerza motriz. El recorrido presenta un trazado irregular debido a lo dificultoso de la topografía del terreno, teniendo que salvar importantes alturas, como abruptas lomas de fuerte pendiente , con una parte de su trazado en superficie y otra bajo tierra. Esta intrincada morfología queda magníficamente reflejada en el Plano del Nuevo Aqueducto de la Ciudad de Málaga, de la edición de 1786. Éste sistema hidráulico conocido al principio como Acueducto de Molina Lario también alimentaba a una red de fuentes de donde se abastecía la población e incluso hasta los barcos en el puerto. Una importante faceta del acueducto fue su utilidad industrial. El patrón de los navegantes, San Telmo, presta uno de los nombres por el que se conoce la obra de ingeniería que nos ocupa, porque los beneficios económicos que el acueducto generaba se aplicaron al mantenimiento del Colegio de Náutica, otra interesante creación ilustrada del obispo Molina Lario. |
Situada su toma a pocos kilómetros de Málaga, en el cauce del río Guadalmedina a 36°47'19.6" de latitud norte y a 4°25'59.2" de longitud oeste aparece un Azud, inteligentemente diseñado según los principios de la mecánica de fluidos para adaptarse al río. Su disposición longitudinal con éste minimiza el rozamiento del agua en su superficie para evitar la erosión y encauza las aguas hacia el canal que abastecerá a Málaga a finales del siglo XVIII. Todo esto junto con los elementos que vamos a contar a continuación se conocería con el nombre de Acueducto de San Telmo. |
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¿Porqué en 1784 y no después? Al menos desde el siglo XVI hay constancia de un déficit crónico en el abastecimiento de agua a Málaga. En 1780 hubo una terrible sequía, estudiándose entonces la extracción del agua del Guadalhorce mediante antiguas acequias para proporcionar regadío a los campos. Para la ciudad, y como solución de urgencia, se propuso nuevamente ampliar las conducciones del Almendral y de la Culebra, cortar el suministro de las fuentes particulares que iba en detrimento de las públicas, aprovechamiento de sus derrames o la revisión periódica de las cañerías para controlar pérdidas y robos. No obstante esto era insuficiente y, después de un verano dramáticamente seco, se propusieron otras medidas: examinar la calidad del agua del Guadalmedina, y desviar parte del agua de este río, para conducirla hasta lo que se denominaría mas tarde como Olletas, en la zona alta, y desde allí hasta el puerto, situando también molinos en las caídas de la conducción y riegos de frutales y cítricos en sus márgenes. |
En octubre de 1780 se solicitaron informes a los expertos respecto a los costos de un acueducto que trajera el agua del río desde el Molino del Inca. Pero el cabildo no pudo asumir la empresa por razones económicas. Pero la necesidad de agua era un drama para la ciudad, problema que se planteó como prioritario el obispo Molina Lario, quien desde 1776 ocupaba la sede episcopal y decidió emprender la obra costeándola de sus rentas. En agosto de 1782 comunicó sus propósitos a la Ciudad, pidiendo la documentación reunida para adjuntarla a su proyecto y solicitar el permiso del Rey, que fue extraordinariamente rápido. Se iniciaron las obras el 8 de octubre de 1782 con 25 operarios aumentando estos hasta los 200 posteriormente. |
Arriba a la izquierda; Fuente de Génova o de Carlos V, (Rey de España Carlos I, 1500 -1558).
Bien conocida por todos los malagueños que pasean por la Plaza de la Constitución, donde se encuentra actualmente. Ésta fuente que ha estado dando agua durante mucho, mucho tiempo de distintas traídas, data nada menos que del siglo XVI, fue ordenada colocar por el Rey Carlos I. Una de éstas traídas, anterior al Acueducto de San Telmo, suministró agua desde finales de éste siglo, existiendo aún su alcubilla principal, en los jardines de Madre Petra. Las aguas, por aquél entonces eran procedentes del Arroyo de la Culebra (Puerto de la Torre) y del manantial del Almendral (Zona Teatinos). Sus ubicaciones a lo largo de todos estos años han sido varias como en la Alameda, en el Parque y la Plaza de las Cuatro Calles, Plaza Mayor ó Plaza de la Constitución, siendo éstas tres ultimas la misma, dependiendo de la época en que nos encontremos. Desde la Alcubilla y Fuente de la Plaza de la Merced continuaba la traída de agua por la calle Granada y calle San Agustin hasta la Alcubilla y Fuente de la Puerta de Cadenas en la Catedral. Desde aquí partian varios ramales de los cuales uno de ellos penetraba en el Palacio Episcopal y continuaba dando agua a la Fuente de su Plaza, como vemos en la imagen de arriba a la derecha. |
El obispo falleció a los ocho meses de comenzadas las obras dejando la obra en suspenso y aparece en escena el canónigo Ramón Vicente y Monzón diputado de la obra y nombrado por éste, sus gestiones fueron cruciales para desbloquear el proyecto y obtener los fondos, disponiendo para la construcción de doce molinos harineros que además de transformar la mayor parte del trigo que demandaba la ciudad aportaría dineros para el mantenimiento del acueducto. Así pues con 40.000 ducados aportados por el Consulado marítimo y terrestre de la Ciudad de Málaga se terminan las obras el 1 de septiembre de 1784. Desde 1804 el Colegio Náutico de San Telmo se hizo cargo de la administración del agua y las instalaciones sustituyendo su denominación a la de Molina Lario. El sobrante del caudal aportado por los molineros y regantes para la conservación del acueducto, sufragó durante años becas para los estudiantes de náutica en el colegio de San Telmo. |
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En el Acueducto de San Telmo los elementos de la construcción dignos de destacar son: El Puente de los Ciegos, realizado en fábrica de ladrillo y con dos ojos formados por dos arcos de medio punto y estribos.
El Puente de La Apartá, con un solo ojo de arco de medio punto, realizado en ladrillo y sustentado por estribos.
El Puente de Arroyo Humaina, de setenta y cinco metros de longitud y quince de altura, de cuatro ojos con un solo nivel de altura y un solo orden de arcos de medio punto, realizados en ladrillo que voltean sobre pilares y con contrafuertes de formas prismáticas.
Los Puentes de La Majadilla, El Ahorcado y El Pastelero, que siguen un mismo esquema, construidos de fábrica de ladrillo, con un ojo de arco de medio punto auxiliado por dos estribos.
Las dos construcciones de los Molinos de San Telmo (1 y 2) que, aunque se encuentran en desuso en la actualidad, presentan muy buen estado de conservación.
El Puente de Arroyo Hondo, con cuarenta y cinco metros de longitud y quince de altura, con dos ojos formados por arcos de medio punto de 5,4 metros de diámetro, está realizado en fábrica de ladrillo. Los estribos y tajamares son prismas hexagonales.
Siguiendo el recorrido en dirección a la ciudad hay cuatro puentes más con las mismas características, un solo ojo de arco de medio punto y estribos. Una vez pasada la autovía, el acueducto aflora en una salida de mina realizada con muretes de ladrillo. Con objeto de salvar cambios bruscos de la pendiente y disminuir la velocidad del caudal, se ubican en esta zona varias caídas de fuerte inclinación cerradas con muretes de mampostería.
En el Puente de las Barrancas, de un solo ojo y parcialmente destruido, es posible apreciar la decoración de grandes cuadraturas en estuco blanco con restos en el interior de amarillo ocre y fragmentos de ladrillos incisos pintados de rojo almagra.
El llamado Puente de los Cinco Ojos, del que quedan visibles dos.
El Puente de Arroyo Quintana, el más largo de todo el Acueducto, que tuvo trece ojos -de los que se conservan once- el central de mayor luz.
El Puente de Arroyo Melero y el Puente del Aceitero. Ya dentro de la ciudad encontramos construcciones muy significativas:
El Arca principal o Alcubilla mayor, emplazada en la confluencia de las calles Refino, Carrera de Capuchinos y Postigos.
La Alcubilla de la plaza de la Merced, estructura cuadrangular cubierta por tejado de cerámica vidriada de perfil curvo, fue trasladada de su emplazamiento original junto al desaparecido Convento de la Paz.
La inscripción como Bien de Interés Cultural del complejo hidráulico del Acueducto de San Telmo, avalada por la presencia de un conjunto de valores patrimoniales, histórico–artísticos, urbanísticos, paisajísticos y científico–técnicos, que justifican su reconocimiento institucional y social, tiene lugar por el Decreto 64/2009 de 17 de marzo.
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El urbanismo de Málaga se transforma mediante las aguas del acueducto dando vida al barrio de Fuente Olletas.
Con la traída se generan nuevos sectores artesanales de corte tradicional que requerían de un elevado aporte de agua, antes del todo imposible, como; talleres de curtidos y jabonerias próximas al cauce y otros como: los molinos harineros, tejares, alfares y ollerías, nombre éste que a todos nos suena conocido, ya que daría vida a uno de los barrios de Málaga, el de Fuente Olletas. |
En su primer sector de distribución urbana y junto al cementerio de San Miguel existian dos alcubillas, una abastecia a Fuente Olletas y otra a un ramal que discurría tras el Convento de la Victoria. En su primer tramo urbano tras: Fuente Olletas - Fuente de Capuchinos, Fuente del Tempus Fugit ó Cementerio de San Miguel, continuaba por la Carrera de Capuchinos hasta llegar a la Fuente del Cuartel de Caballería y de ahí a la Alcubilla de la calle Refino. En fecha muy posterior de 1884 las fuentes aún funcionando eran las siguientes: - Fuente de la Plaza de la Aduana. - Fuente de Olletas. - Fuente de Lagunillas. - Fuente de calle de los Cristos tambien de el arquitecto José Martin de Aldehuela, data de 1790. - Fuente de Cementerio de San Miguel. - Fuente de la Carrera de Capuchinos. y - Fuente del Puerto.
Antes comentamos que en su tramo alto el acueducto nutría una serie de norias, molinos y desvios para riego antes de llegar a su punto de distribución principal en el casco urbano de Málaga, conocido como Alcubilla de Capuchinos entre las calles Refino y carrera de Capuchinos. Observamos en su fachada una lápida con el heraldico del obispo Molina Lario.
Desde aquí una primera cañería bajaba por las calles Molinillo y Ollerías hasta la fuente de la calle de los Cristos. En ésta calle Ollería en la casa del Conde de Bellavista existe una fuente a día de hoy. Desde la misma alcubilla de Capuchinos partía una segunda cañería que bajaba por las calles Refino y los Frailes hasta la Alcubilla y Fuente de la Plaza de la Merced. Continuando ésta cañeria por calle Granada y San Agustin hasta la Alcubilla y Fuente de la Puerta de las Cadenas en la Catedral. Desde aqui partian varios ramales secundarios; uno de ellos penetraba en el Palacio Episcopal por la cochera y partía por la puerta principal para abastecer a la fuente de la misma plaza.
Un segundo ramal continuaba a través de calle Compañía hasta llegar a la Fuente de Puerta Nueva. Un tercer ramal seguía en dirección opuesta por la calle Cister hasta la plazuela de la Alcazaba y continuaba hasta la Fuente de la Aduana. De la misma Alcubilla de las Cadenas seguia la cañeria maestra por calle Cister hasta la cortina del muelle donde desde una alcubilla situada tras los cafés portuarios se distribuia en tres ramales: uno hasta la Fuente redonda de la Alameda , otro a la calle Martinez y el último atravesaba el lado derecho de la Alameda, el Guadalmedina y moría en la Fuente del Pasillo de Santo Domingo. Desde la Alcubilla Portuaria un ramal surtía directamente a la Fuente del Embarcadero para abastecer a los buques. |
El Acueducto de San Telmo se construyó en un sólo piso con dos conducciones superpuestas; la de abajo, entubada para el abastecimiento de fuentes y la superior, una tajea con techo de bóveda, para el regadío y para el movimiento de molinos a través de la fuerza motriz.
Su enorme valor histórico y artístico hizo que la Junta de Andalucía iniciara un expediente de protección en 1985, que ha propiciado la inscripción del complejo hidráulico en el catálogo general del patrimonio histórico andaluz como bien de interés cultural con la tipología de sitio histórico. En la actualidad se encarga de su cuidado y vigilancia la Asociación de Amigos del Acueducto de San Telmo y su guarda Javier Aguilar y su actual propietario es la Fundación Benéfica Caudal y Acueducto de San Telmo, formada por la Comandancia de Marina, la Confederación Hidrográfica del Sur, la Diputación Provincial de Málaga, el Ayuntamiento de Málaga, la Cámara de Comercio, el Obispado de Málaga, la Cámara Agraria y el IES Gaona. Está presidida por el obispo y el vicepresidente es el alcalde de la ciudad.
jesúsf |
Bibliografía: Dialnet: Acueducto de San Telmo. Los problemas del agua en Málaga en el siglo XVIII. Málaga industrial y portuaría 1880, edición Junta de Andalucía con fondos europeos de desarrollo regional. Portal Web, medioambiente Junta de Andalucía. Investigaciones in situ. Fotografías accesibles en la red. Fotografías realizadas por malagahistoria. Agradecimientos a D. José Moreno de la Asociación Torre Vígia, que sin su ayuda no hubiera sido posible la realización de éste artículo. |
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