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En el siglo XIX la la Plaza de la Merced adquiere su configuración actual. La Plaza de la Merced, tiene un origen anterior a la Edad Moderna. Guillén Robles en su obra Málaga musulmana afirma que extramuros de la ciudad se conservaba en la Edad Media un teatro, pues al hacer los cimientos de las Casas de Campos se hallaron restos de bóvedas, sobre las que se apoyaron los trozos de galería de forma circular. Los Musulmanes de Málaga llamaban a la Puerta de Granada, “bib al-malaab” o Puerta del Teatro, sin duda por los restos arqueológicos existentes. En éste espacio abierto, situado delante de la puerta que conducía a Granada y a la iglesia de la Victoria se estableció un mercado público, que fue declarado franco y feriado un día a la semana por Real Decreto de 28 de septiembre de 1489. Coincidiendo con éste nuevo uso la plaza comienza a estar definida por los edificios que desde entonces la van a circundar: en el costado norte el convento de la Paz, en el oeste con el convento de la Merced, en el este el hospital de Santa Ana y finalmente en el sur la muralla urbana de la ciudad, en la que se abría la Puerta de Granada. |
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El domingo 11 de diciembre de 1842 se procedió al solemne traslado al monumento ya finalizado en la Plaza de la Merced de los cuerpos de Torrijos y compañeros depositados hasta entonces en el cementerio de San Miguel. En su bóveda subterránea se introdujeron, tras los actos cívico-religiosos, cinco cajas, que contenían los restos de Torrijos, López Pinto, Flórez Calderón y las restantes victimas. |
A partir del siglo XVIII la plaza va a ser adornada con hileras de árboles y estanques, convirtiéndose en zona de paseo y recreo para los vecinos del barrio. En el año 1833 se realiza un proyecto, que fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, en el que se observa hasta que punto habían calado las teorías paisajistas existentes en Europa: “La forma del paseo es cuadrilátera, cruzando las principales calles el pavimento en figura de aspa cuyas extremidades coinciden en los vértices de los cuatro ángulos. En cada uno de estos se colocará una sencilla fuente para surtir al público y en el centro la originaria de que manará el caudal vertiente de aquellas. La forma de la central será más esmerada, aunque también de lujo. Consistirá en un islote de llorones y adelfas, por entre los que debe serpentear el agua y precipitarse sobre cascadas al pilar rústico que formará el deposito o mar de ésta fuente. Los triángulos que resulten de la indicada partición contendrán subdivisiones de jardinería y cuadros de flores y en la mayor extensión de los dos, situados a mediodía y poniente, se construirán salones de figura elíptica con asientos en su circunferencia. Los árboles que las formen serán de distintas especies, colocadas simétricamente, tales como catalpas, zéforas, fresnos de las Lousianas, acacias, glicias, plátanos orientales, bellas sombras, paraísos y otros, cerrando la alineación de sus tramos adelfas dobles encarnadas con algunos ramos blancos y rosales de distintas especies. Todo ese ameno recinto se cerrará con un muro de naranjos y limoneros, cuyas ramas, entrelazadas artificialmente desde el nacimiento de los troncos formarán na perspectiva mas risueña y grata con su verdor constante que la pudiera ofrecer una verja de madera o de hierro, que sería, por otra parte, mucho más costosa”. |
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Éste diseño fue modificado en un nuevo proyecto realizado por el arquitecto municipal José Trigueros en el año 1858, que va a dar a la plaza, su aspecto definitivo. La Plaza se rodea con un pretil de piedra, sobre el que se erige una verja de hierro realizada en la ferrería de los Heredia. Otra de las actuaciones llevadas a cabo en éste siglo fue la construcción del monumento a Torrijos y compañeros, fusilados en las playas del Perchel. En el cabildo del 28 de marzo de 1842 el alcalde segundo Agustín Villegas realiza la proposición de dicho monumento se instale en la Plaza de la Merced y no en las playas del Perchel, como estaba inicialmente previsto. Se acuerda, no obstante, que se erija una cruz de piedra en el lugar en el que fueron inmolados y que se utilice como material constructivo arena de dicha playa. |
El autor de la obra fue el arquitecto municipal Rafael Mitjana, que realizó un primer anteproyecto que constaba de un zócalo de piedra rodeado de una balaustrada de hierro con farolas en las esquinas. Sobre el zócalo se proyecta un basamento con inscripciones en dos de sus frentes: “El pueblo de Málaga y su ilustre Ayuntamiento Constitucional, a la memoria de las 49 victimas sacrificadas el 11 de diciembre de 1831 por su amor a la libertad” y “a vista de éste ejemplo, ciudadanos, antes de morir que consentir tiranos”. Encima hay un tercer cuerpo con cuatro grandes relieves, en los que aparecen grabados los nombres de los patriotas muertos por la libertad. Sobre este pedestal se erige un obelisco coronado por una estatua de hierro colado, que representa a la Fama. Al final esta escultura no se llegó a realizar, sustituyéndose en sus funciones simbólicas por una corona de laurel. El domingo 11 de diciembre de 1842 se procedió al solemne traslado al monumento ya finalizado de los cuerpos de Torrijos y compañeros depositados hasta entonces en el cementerio de San Miguel. En su bóveda subterránea se introdujeron, tras los actos cívico-religiosos, cinco cajas, que contenían los restos de Torrijos, López Pinto, Flórez Calderón y las restantes victimas. Los edificios que rodeaban la plaza experimentan importantes cambios en esta centuria decimonónica. El convento de monjas de Santa María de la Paz, fundado en el año 1517 fue derribado y sobre su solar Antonio Campos construyó dos grandes edificaciones con cinco plantas y ático. El proyecto original fue realizado por el maestro de obras Rafael Moreno, aunque a partir del año 1870, se encargaría de la dirección de los trabajos el arquitecto Jerónimo Cuervo Gonzalez. El edificio es conocido tanto por el nombre del constructor como por el de uno de sus vecinos mas famosos, Pablo Ruiz Picasso, que habitó de niño una vivienda situada en la esquina occidental, donde se halla en la actualidad la fundación Picasso. El convento de la Merced, que ocupaba un inmenso solar en el costado occidental, fue desamortizado en el año 1836. La iglesia fue convertida en parroquia y el convento en cuartel, el cual fue derribado en el año 1889 y su extenso solar fue parcelado para viviendas. En uno de estos solares se erigiría el teatro Cervantes. La iglesia fue incendiada en el año 1931 y fue demolida tras la guerra civil. La ultima actuación sobre los edificios de la plaza se realizó sobre el hospital de Santa Ana, perteneciente al ayuntamiento. Derribado a comienzos del siglo XX, en su lugar el arquitecto malagueño Fernando guerrero Strachan proyecto en el año 1913 el cine Victoria Eugenia. |
Museo del patrimonio municipal